«Un objetivo muy ambicioso que sitúa a València como referente europeo en la lucha contra el cambio climático», ha explicado el alcalde Joan Ribó en una comparecencia extraordinaria para compartir «una de las noticias más importantes para esta ciudad en esta década». «Durante los próximos 8 años València estará en la vanguardia mundial en políticas de innovación e inversiones destinadas a conseguir la neutralidad climática, 20 años antes del objetivo general que se marca la Unión Europea», ha asegurado el máximo responsable de la ciudad.
València desarrollará proyectos para conseguir la neutralidad climática en 2030, es decir, que la ciudad sea capaz de igualar o reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que genera mediante acciones en todos los ámbitos posibles: desde la movilidad y el transporte, el cambio de modelo energético, la transformación de la economía y la industria, la renaturalización y biodiversidad del territorio, o la vivienda sostenible. Las 100 ciudades escogidas por la Unión Europea desplegarán una metodología y monitorización inteligente que permitirá evaluar si las políticas públicas y el impulso privado muestran su eficacia en la luchar contra el cambio climático. Todas las herramientas de la ciudad inteligente serán claves en esta deseada transformación.
«El momento es ahora. Esta designación de València significa que la ciudad pisa el acelerador para materializar las políticas públicas innovadoras y las inversiones destinadas a ser climáticamente neutra e inteligente en 2030. Es un hito muy ambicioso y nada fácil, por eso tenemos que concienciar a todos los actores de la importancia de este reto. Hay que involucrar a toda la ciudadanía y a la iniciativa privada para que se sumen a la transformación económica, sin que ninguna persona se quede atrás en esta transformación», ha remarcado el alcalde Joan Ribó. De hecho, ha insistido el máximo responsable de la ciudad, la designación de València para conseguir este objetivo de neutralidad climática «es una gran oportunidad económica para la ciudad, de generar una nueva economía con nuevas oportunidades de empleo basada en el uso de las energías renovables, la creación de infraestructura verde, edificación sostenible, entre otros campos». «Quiero agradecer a todas las entidades, universidades, asociaciones, partidos políticos y ciudadanía que se han sumado a este gran reto de ciudad», ha concluído el alcalde.
Una de las primeras consecuencias de la designación de València como ciudad que trabajará por la neutralidad climática en 2030 es la elaboración de los llamados contratos climáticos, es decir, un paquete de medidas integrales para la ciudad con las que tiene que lograr el objetivo y que tendrán que firmar el Ayuntamiento, la Generalitat Valenciana y el Gobierno de España. «Hasta ahora habíamos firmado una declaración de intenciones con las instituciones autonómicas y estatales, pero firmaremos el acuerdo que abrirá las puertas de la ciudad hacia la transformación. Todas las administraciones tendrán que trabajar en el objetivo común de la neutralidad de la ciudad con una serie de medidas que la Comisión Europea establecerá», ha explicado Carlos Galiana, regidor de la delegación de Proyectos Europeos.
Oportunidad de creación de empleo
Respecto a la financiación, la UE cuenta con una línea de ayudas solo para las 100 ciudades que trabajarán por la neutralidad. «En los próximos dos años se estima que hay 360 millones para los diferentes proyectos, pero vendrán muchos más, porque este reto es para toda la década», ha asegurado Galiana. El regidor de Innovación ha recordado que el análisis económico para el desarrollo de las ciudades climáticamente neutras «estima que solo el 15% de la inversión será pública, mientras que el resto vendrá de fondos privados». «¿Por qué? Pues porque Europa nos guiará en la tarea de tutorizar la inversión privada, atraerla y potenciarla. La etiqueta de neutralidad será tan potente que será un gran motor de creación de empleo y riqueza para la ciudad». «Tenemos un gran campo de expansión en el ámbito de la innovación, podemos ser auténticos referentes para el resto del mundo», considera Galiana.
Hay que recordar que València ya contaba con más de 100 embajadores de la misión climática, entre universidades, instituciones, entidades y empresas del ámbito privado. En este sentido, el concejal de Emergencia Climática, Alejandro Ramon, considera que este proyecto «será un éxito si conseguimos implicar a toda la sociedad, desde las administraciones, las empresas, las asociaciones, los medios de comunicación y especialmente a la ciudadanía».
Para Ramon el anuncio de la Comisión Europea «nos hace sentir muy afortunados» y recuerda que ha sido posible «gracias a la implicación del Ayuntamiento y de la ciudadanía en los últimos años en la lucha contra el cambio climático, con una clara apuesta por políticas como la movilidad sostenible, el cambio a energías renovables, las peatonalizaciones o la renaturalización urbana». «Ahora empieza un gran reto para eliminar las energías fósiles de la ciudad. Nos posicionamos como una de las ciudades pioneras en la lucha por el cambio climático, y tenemos un motivo más para estar orgullosos de vivir en la ciudad de València», ha finalizado.
València está desarrollando en los últimos años numerosas acciones innovadoras lideradas por el centro Las Naves en consonancia con la Misión Climática 2030. La ciudad, además, ha iniciado el camino para diseñar la estrategia contra el cambio climático, y que adquirirá especial protagonismo a partir del lunes con las primeras conferencias y acciones del Fòrum Urbà València 2030.