Estados Unidos

Una vez más corroboramos que el mantenimiento de una forma de actuar, de tener ciertos comportamientos, es algo que no va.

Escribiré este artículo y probablemente cuando lo hayan leído, pasado un tiempo después, ya nadie se acuerde ni por asomo de él.

El problema de Estados Unidos es que se cree lo más. El rey del mambo.

Si tuviéramos que buscar una imagen que definiera el esperpento ocurrido el pasado miércoles 6 en el Capitolio de Washington, probablemente la mejor sería la de Jake Angeli presidiendo el Senado de EE.UU. durante unos minutos disfrazado de bisonte.

Los políticos necesitan construir muros, se diría que quieren contener a sus esclavos. Unos, para evitar que entren “extraños” a usufructuar el “estado de bienestar” coactivamente impuesto -y financiado- a sus súbditos. Y, entre estos políticos, Trump ha dicho que “si no les gusta el cemento, lo haremos de acero… será… más fuerte".

Parece que sí pero no, ahí se sigue con el tema del aborto, poniendo trabas a un derecho social, claro que tenemos que tener en cuenta de que lo más fácil de hacer siempre es no hacer, esto es, eliminar de un plumazo derechos y esto es lo que está sucediendo por todas partes, desde Estados Unidos hasta en España.

La gira del presidente del gobierno español por Estados Unidos ha sido claramente de tipo económico.

Apenas llegado al Reino Unido, Trump describió al líder laborista (y al alcalde de Londres) como "una fuerza negativa" y confirmó que le pidió una cita, pero no quiso recibirlo. Luego, ha proclamado: "el Brexit ocurrirá… Yo habría llevado a los tribunales a la UE" y prometió que, una vez ocurrido, establecerá un gran acuerdo bilateral.