Del kaos al logos (I): Introducción

¿Qué porqué azarosos? Yo creo que estamos en una encrucijada importante en la que debemos cruzar de una concepción del mundo con visión infantil -adolescente en el mejor de los casos- para pasar a una visión de nuestro mundo desde los ojos de un adulto. Quizá un joven que quiere ser adulto y con poca experiencia, pero adulto al fin y al cabo, el cual intenta plantearse su vida y la relación con todo lo que le rodea de una forma racional, técnica y como se le denomina desde hace cuatrocientos años, científica.

Pormenorizadamente analizaremos cada una de estas afirmaciones. Después de todo no tenemos prisa, ¿no? ¿O es ese el problema?, que vamos tan rápido y lo queremos todo ya, que a veces ni siquiera sabemos lo que queremos. Yo pienso que debemos pararnos un momento, reflexionar y, por lo menos de forma teórica, tener medianamente claro cuál es nuestra concepción del mundo que pueda ser compartida por toda la Especie. Esta estará elaborada en función a qué pensamos y qué creemos en realidad. Y más aún, si queremos verlo con los ojos de un adulto, debemos avanzar con los conocimientos de los que disponemos para no pisar en el vacío y sufrir enormes sorpresas. Debemos preguntarnos qué sabemos en realidad de nosotros mismos y de la naturaleza de la que formamos parte como un todo.

Para llevar a cabo este sencillo y a la vez profundo estudio, hemos de analizar la historia de dónde venimos, a dónde creemos que vamos, y cuáles han sido los mayores cambios que hasta este momento histórico se han producido. Y, sobre todo, qué es lo que nos han llevado a la evolución de poder relacionarnos con nuestro entorno de forma mucho más organizada de cómo lo hicimos en un principio.

Como el título general es, Del Kaos al Logos, ya queremos expresar que es un análisis histórico de cómo comenzó el ser humano a ser consciente y hasta donde creemos que ha llegado en estos momentos.

Hay una serie de principios que han de quedar absolutamente claros para todos, estando de acuerdo en ellos, seguiremos avanzando. Desde ese punto podremos discrepar, aportar ideas, realizar experimentos y todas aquellas actividades que nos enseñen a todos cómo de verdad somos, y que lo aprendamos juntos.

Uno de esos principios claros es que lo que diferencia a un niño de un anciano son sus niveles de consciencia. Ambos se siente atraídos por sus ilusiones, pero el que más ha vivido es consciente que está cruzando una carretera, y vienen coches que pueden atropellarlo, el niño no, y por ello el viejo ha de cuidarle y enseñarle dónde están los peligros que este ya conoce.

Lo que diferencia a una persona formada de otra que no lo está son sus niveles de consciencia. El formado ha aprendido y ha practicado, el que no posee esos conocimientos actúa inconscientemente, con total desconocimiento.

Todo el paso de la humanidad es abandonar la ensoñación infantil ante el mundo que le rodeaban y ser conscientes de una serie de conocimientos, que se transmitieron de padres a hijos y de profesores a alumnos, para enseñarles cómo sortear los distintos peligros y hallar un camino que les llevara a una correcta supervivencia. Aprendieron a no ser destruidos y mantener su orden social, a la vez también comprendieron cómo podían obtener alimentos y protegerse frente a los elementos atmosféricos.

Cuando no se disponía de los conocimientos adecuados todo era Kaos. Desorganización, ensoñaciones, inventos teóricos y explicaciones Míticas y fantasmagóricas. Y querían resolverlo todo con la violencia.

En el momento en que se ha dispuesto de conocimientos reales, que funcionaban y que a la vez eran susceptibles de ser enseñados a los aprendices, esta trasmisión se llevó a cabo por medio de la palabra, con el …Logos. Logos es explicación del conocimiento, del orden de las cosas. Desde ese momento uno ya es consciente de cómo funcionan los elementos que nos encontramos en nuestro camino, desde luego que podemos y seguiremos haciendo lo que nos venga en gana, pero ya conocemos los resultados de nuestro actuar. Y nos lleva a ser prudentes y moderados.

Toda nuestra vida es un continuo e inacabado camino… Del Kaos al Logos.