Es el propio sector educativo el que pide que haya cambios, pero no todas las voces apuestan por los mismos: mientras un gran número de asociaciones, docentes, familias y sindicatos piden, directamente, acabar con estos programas y los califican de “chapuza”, otros muchos profesionales o centros educativos los defienden con argumentos radicalmente opuestos al considerar que representa una oportunidad de mejora formativa para el alumnado.
Sucede que en los 17 años que han pasado desde que se implementó la enseñanza bilingüe en los primeros centros no se han llevado a cabo evaluaciones generales que permitan determinar de manera clara quiénes están en lo cierto o qué elementos funcionan y cuáles están fallando. Lo único que resulta palmario, tras consultar numerosas fuentes, es que esta modalidad educativa necesita ser sometida a examen cuanto antes.
Las historias de vida del migrante español en Alemania, como método aplicable al conocimiento y profundización del fenómeno migratorio, están adquiriendo cada vez más relieve. Se trata de conocer las perspectivas de los sujetos que viajan, en este caso de los que en su día eran niños o niñas españoles y residen en Alemania. A través de ellas podremos saber de primera mano algunas cuestiones trascendentales para estas personas tales como las razones que motivaron el abandono de su país, su periplo migratorio, o la situación de incertidumbre al alcanzar la mayoría de edad. Basándonos en tales premisas, y sin ánimo de abarcar un estudio de la dimensión que conlleva aplicar las técnicas señaladas de forma rigurosa, nos ha parecido interesante para concluir este capítulo escuchar los pensamientos, sentimientos, miedos, esperanzas, ilusiones o frustraciones de algunos jóvenes inmigrantes españoles en Alemania. Queremos acercarnos al fenómeno que se ha abordado en estas páginas, la educación en España y Alemania, a través de la mirada de sus protagonistas.
Aquí están sus manifestaciones:
Leandro Mateos Hernandez, año de nacimiemto 2003, curso Enseñanza Bilingüe en el Colegio Público Obispo Nieto de Zamora (España), a los 9 años emigró a Alemania sin saber una palabra en inglés y, a día de hoy con 18 años, domina con C1 inglés, alemán nativo y español, que es su lengua Materna. Leandro en la actualidad cursa bachillerato Gymnasium Röttger Wuppertal, calificando la educación alemana como excelente, la educación española como desastre, ha puesto en evidencia las flaquezas de un sistema educativo mermado por el constante cambio de leyes educativas, las familias y sindicatos tienen que pedir directamente, acabar con estos programas y los calificados de “chapuza”.
Cómo viven los niños en Alemania
De cómo el Estado alemán garantiza que los niños puedan llevar una vida saludable:
Alrededor de 10,5 millones de niños viven en Alemania, lo que representa el 12 por ciento de la población. La mayoría se cría en una familia con padres casados y tiene al menos un hermano o una hermana.
Atención desde la infancia
Debido a que a menudo ambos padres trabajan, cada vez más niños pequeños son atendidos en guarderías infantiles. Desde 2013, todos los niños a partir de la edad de un año tienen derecho legal a una guardería. Casi 820.000 niños menores de tres años asisten a una guardería, con mucha más frecuencia en los Estados federados del Este que en los del Oeste. A la edad de tres años llega el momento de ir al jardín de infancia, ya que los contactos sociales regulares son importantes para el desarrollo.
Al menos nueve años de escuela
La vida seria comienza para los niños en Alemania a los seis años. A esta edad, la mayoría de ellos empiezan la escuela. En el año escolar 2018/19 unos 725.000 alumnos han sido escolarizados. El primer día de escuela es un gran día para todos, celebrado en familia. Cada alumno recibe una mochila escolar, un estuche con lápices y una “Schultüte”, un gran cono lleno de dulces y pequeños regalos. En Alemania la asistencia a la escuela es obligatoria. Todos los niños deben asistir a la escuela durante al menos nueve años.
Niñez internacional en Alemania
Alemania es un país con una población muy diversa. Esa diversidad también se refleja en las familias. Según el Ministerio Federal de Familia, Tercera Edad, Mujer y Juventud, casi uno de cada tres niños vive hoy en una familia en la que al menos uno de los padres ha inmigrado o tiene una nacionalidad extranjera. Casi 4,1 millones de niños crecen con más de un idioma y cultura.
Los colegios o escuelas internacionales son una opción interesante para las familias que han venido a Alemania como expatriados (persona que reside en un país diferente del país por motivos profesionales) y para niños y jóvenes para los que se prevé un futuro escolar o profesional en el extranjero. Los planes de estudio y los títulos se basan en el tipo de escuela del respectivo país de origen, por lo que a menudo difieren mucho del sistema escolar alemán. La enseñanza se imparte principalmente en inglés o en el idioma del país de origen. En la actualidad existen numerosos colegios internacionales en toda Alemania, y los diplomas obtenidos en ellos son reconocidos también por muchas universidades alemanas.