Esta estrategia se está trabajando en el seno del Pacte Valencià contra la Violència de Génere i Masclista, del que Oltra ha presidido, acompañada por el president de la Generalitat, la reunión conmemorativa del tercer aniversario de la firma de este acuerdo en el que participan 63 entidades sociales y cívicas, administraciones públicas, instituciones judiciales y universitarias, cuerpos de seguridad, partidos políticos, agentes económicos y sindicatos, entre otros.
Durante el encuentro, que ha sido telemático por las medidas de seguridad establecidas por la pandemia, la vicepresidenta ha destacado que, a pesar de que este último ha sido un año complicado debido a la COVID-19, se ha logrado ya que el 83 por ciento de las medidas estén ejecutadas o en ejecución, lo que deja solo un 17 por ciento por cumplir para los dos años que quedan de Pacte.
Una de las cuestiones sobre las que se está trabajando, para su presentación el próximo 25 de noviembre, es la Estrategia contra la Violencia Sexual en la que se quiere impulsar la construcción de "nuevos ámbitos relacionales que hagan posible una sociedad basada en la no violencia y en el feminismo".
En este sentido, ha señalado que uno de los ejes fundamentales de este trabajo será el de la sensibilización, "donde lo que queremos es no solo erradicar las agresiones sexuales contra las mujeres y niñas sino construir paradigmas nuevos de una sexualidad libre, basada en el deseo y el placer propio y no impuesto desde fuera".
Oltra, que incidido en que las relaciones en este ámbito deben ser "libres, seguras y consentidas", ha afirmado que en este camino es importante educar para salir de los "estereotipos" que muchas veces se imponen, sacados "de la industria pornográfica o de la ficción", donde las mujeres "tienen un papel de sumisión" y quedan sometidas a "la voluntad del hombre".
Atenciones durante la COVID-19
La vicepresidenta ha destacado también el papel del Pacte Valencià contra la Violència de Gènere i Masclista como "muestra de unidad de toda la sociedad valenciana", donde se ha seguido avanzando a pesar de las dificultades que la pandemia ha supuesto para el desarrollo de algunas medidas "porque hemos estado centrados en atender a las mujeres víctimas de violencia de género".
Así, ha explicado que durante el estado de alarma se reforzaron los Centros Mujer 24 horas, lo que permitió atender a 3.511 mujeres, de las cuales un 22,6 por ciento se acercaban por primera vez a este recurso; y ha añadido que en este tiempo también se amplió en 54 plazas la red residencial de la Generalitat para atender a mujeres víctimas de violencia de género y a sus hijas e hijos.
En este tiempo, ha precisado, se han atendido a 107 personas, de las que 74 eran mujeres y 33 niños y niñas, "que han tenido que salir de sus casas por razón de violencia machista", ha afirmado.
Cumplimiento del Pacte
El Pacte, el único de España que contempla la participación directa de la sociedad civil, tiene un periodo de cumplimiento de 5 años, y en su tercer aniversario ya cuenta con el 83% de las 298 medidas en marcha, según ha informado la vicepresidenta, quien ha asegurado el compromiso de poder desarrollar el 20% de las medidas restantes "en los próximos dos años".
La vicepresidenta ha recordado que se trata de "un gran pacto de toda la sociedad valenciana acordado para combatir el terrorismo machista y acabar con la violencia de género y machista pero también para garantizar los derechos de las mujeres desde un punto de vista positivo, la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, y por un cambio de paradigma cultural".
Asimismo, la vicepresidenta ha destacado la importancia de dar una respuesta eficaz a la feminización de la pobreza, trabajando conjuntamente con Labora y mediante itinerarios de inclusión que garanticen la vida independiente, emancipada y libre de ataduras de las mujeres, "clave en la lucha contra la violencia de género y machista".
La vicepresidenta ha concluido haciendo hincapié en la importancia de trabajar para evitar que las consecuencias de la pandemia profundicen más la brecha de la desigualdad y supongan una oportunidad de cambiar las cosas hacia una economía de las 3 C, cuidar, curar y criar, "una sociedad más igualitaria, justa y feminista, y un mundo más sostenible, habitable y amable para las futuras generaciones".
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