Un equipo internacional, con participación de la Universitat de València, ha logrado estabilizar un átomo de níquel cargado negativamente en una jaula molecular de carbono, desafiando las leyes tradicionales de la química. Este avance, publicado en Nature Chemistry, abre nuevas posibilidades para el desarrollo de nanomateriales eficientes con aplicaciones en electrónica y catalizadores industriales. La investigación demuestra que es posible estabilizar metales electropositivos como el níquel sin ligandos, lo que podría revolucionar el diseño de materiales a escala nanométrica.
Un equipo internacional, que incluye a investigadores de la Universitat de València, ha logrado un avance significativo en el campo de la química al estabilizar un átomo de níquel con carga negativa en una jaula molecular de carbono. Este descubrimiento desafía las leyes tradicionales de la química y abre nuevas perspectivas para el desarrollo de nanomateriales más pequeños y eficientes, con aplicaciones potenciales en electrónica, dispositivos magnéticos e industria de catalizadores.
El estudio, publicado recientemente en Nature Chemistry, detalla la estabilización de un átomo de níquel con una inusual carga negativa (-2) dentro de una pequeña estructura de fullereno. Este hallazgo representa un avance sin precedentes en la química de los metales de transición.
Generalmente, los elementos metálicos tienden a oxidarse al ceder electrones a los no metálicos, lo que resulta en compuestos con carga positiva. Sin embargo, bajo circunstancias específicas y rodeados por ligandos adecuados, algunos metales pueden presentar estados con carga negativa. El trabajo liderado por la Peking University (China) y la Universitat de València ha conseguido que el níquel, un metal electropositivo, acepte electrones y se comporte como electronegativo gracias a su encapsulación en una nanoestructura.
“Este logro desafía los paradigmas clásicos de la química y abre nuevas posibilidades para el diseño de materiales a escala nanométrica”, afirma Eugenio Coronado, catedrático de Química Inorgánica en la UV y director del Instituto de Ciencia Molecular (ICMol). “Se trata de un hallazgo fascinante que cuestiona principios fundamentales sobre la reactividad de los metales”, añade Coronado.
El éxito del estudio refuerza el papel del ICMol como líder en investigación sobre nanomateriales moleculares avanzados. La colaboración demuestra su compromiso con la ciencia fronteriza, que aunque compleja, tiene el potencial para impactar significativamente en las tecnologías del futuro.
Referencia:
El equipo ha logrado estabilizar un átomo de níquel cargado negativamente en una jaula molecular de carbono, desafiando las leyes tradicionales de la química.
El átomo de níquel estabilizado tiene una carga negativa de -2, lo cual es muy poco habitual para los metales, que generalmente presentan cargas positivas al oxidarse.
Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para el diseño y desarrollo de nanomateriales más pequeños y eficientes, con propiedades únicas para aplicaciones en electrónica, dispositivos magnéticos y catalizadores industriales.
El estudio fue liderado por la Peking University (China) y la Universitat de València. Eugenio Coronado, catedrático de Química inorgánica en la UV, destacó que este logro desafía paradigmas clásicos en la química.
El estudio fue publicado recientemente en la revista Nature Chemistry.