La segunda noche de Serenates, celebrada en el claustro del histórico edificio de la Universitat de València, se convirtió en un evento memorable con la interpretación del ‘Concierto sacro’ de Duke Ellington. La calurosa velada atrajo a un numeroso público que aguardaba con entusiasmo la actuación de la Orquesta del Conservatorio Superior de Música Joaquín Rodrigo de València (CSMV), parte de uno de los festivales veraniegos más emblemáticos de la ciudad.
Bajo la dirección artística de Jesús Santandreu, el CSMV no estuvo solo en este evento musical, sino que se unió a tres coros: el Coro de Cámara del mismo Conservatorio, el Cor Jove de la Comunitat Valenciana y el Cor de la Unió Musical Santa Cecília de Onda. Todos ellos fueron dirigidos por Nadia Stoyanova y Josep Vicent Balaguer.
Una fusión única en el escenario
Las cuatro agrupaciones jóvenes se unieron para interpretar el célebre Concierto sacro, adaptado por Høybye y Pedersen en 1993 para soprano solista, coro mixto y una big band. La destacada voz de Sara Dowling, quien brilló como soprano solista en La Nau, aportó una dimensión especial al espectáculo. Además, el bailarín de claqué Juan Pablo Camacho enriqueció aún más esta experiencia musical con su actuación en piezas como David Danced before the Lord y Praise God and Dance.
El contexto histórico detrás del concierto es fascinante. A los 66 años, Duke Ellington compuso varios conciertos sacros que presentó en iglesias estadounidenses, a pesar de su reticencia a expresar su fe a través de la música. Estas obras surgieron tras la muerte de su colaborador cercano, Billy Strayhorn, y consistían en una mezcla innovadora entre composiciones antiguas revisadas y nuevas creaciones.
Aclamación del público y legado musical
A lo largo del concierto, las variaciones programáticas mantuvieron al público cautivado. Las interpretaciones nunca seguían un guion fijo; cada actuación era única, lo que obligaba a Ellington a improvisar arreglos sobre la marcha. Esta flexibilidad ha hecho que sus obras sean difíciles de reproducir fielmente.
Diversos directores han intentado capturar su esencia hasta que, en 1993, John Høybye, junto con Peder Pedersen, consolidó los tres conciertos en uno solo: un emotivo y acogedor Concierto sacro. En esta interpretación conjunta, coro y orquesta lograron un equilibrio perfecto que realzó tanto la voz solista como los elementos clásicos del jazz americano.
El concierto comenzó con las voces corales interpretando la plegaria sonora Praise God, seguida por Heaven, donde se sumó la voz aclamada por el público de Dowling. La emoción fue palpable durante la magistral interpretación de Freedom suite y otros temas destacados como The Shepherd.
Cultura y solidaridad en Serenates 2025
A medida que avanza el festival, Serenates también destaca por su compromiso social. Este jueves 26 se presentará una nueva dosis fresca de jazz con el Eva Romero Quartet, parte del colectivo valenciano Sedajazz, afectado por las inundaciones recientes. El festival destina toda la recaudación a programas destinados a ayudar a músicos afectados por esta catástrofe.
Bajo el título Estàndard d’elles, Eva Romero reivindicará el papel femenino en la música jazz, recordando cómo las mujeres tuvieron que superar numerosos obstáculos para hacerse un lugar en este ámbito tradicionalmente dominado por hombres.
A medida que avanza Serenates 2025, se espera una programación diversa e inclusiva que abarque desde danzas históricas hasta propuestas contemporáneas, reafirmando así su compromiso con la cultura y la solidaridad.