Un equipo científico internacional, con la colaboración de la Universitat de València, ha logrado captar datos del Sol en las bandas de luz ultravioleta, visible e infrarroja de manera simultánea. Este avance se produjo gracias al exitoso vuelo de la misión SUNRISE III, que tuvo lugar en julio de 2024. Los investigadores esperan que los datos obtenidos contribuyan a desentrañar nuevos misterios sobre el funcionamiento de nuestra estrella más cercana.
SUNRISE III se erige como un observatorio solar dedicado a investigar los procesos fundamentales que rigen la física del campo magnético y los flujos de plasma en la atmósfera solar inferior. Estos fenómenos son cruciales para entender eventos solares que impactan el medio ambiente terrestre, como las tormentas solares.
Superando limitaciones atmosféricas
A pesar de que los observatorios terrestres disponen de una amplia gama de instrumentos para estudiar la superficie solar en rangos visible e infrarrojo, hasta ahora no había sido posible combinar estas observaciones con las del ultravioleta cercano ni mantenerlas durante períodos prolongados debido a las turbulencias atmosféricas. Superar este obstáculo es vital para la astrofísica, ya que permitirá a los investigadores observar la evolución de los fenómenos solares desde su superficie hasta las capas externas, mejorando así su comprensión.
En este contexto, SUNRISE III, lanzado desde Suecia a unos 37 km de altura, se convierte en el primer observatorio capaz de obtener datos espectropolarimétricos simultáneamente en el ultravioleta cercano, visible e infrarrojo, con resoluciones espaciales y temporales sin precedentes.
Avances significativos en astrofísica
“El éxito de esta operación radica en la precisión de las medidas instrumentales, que permiten obtener datos hasta ahora inimaginables sobre fenómenos físicos que aún no comprendemos”, afirmó Esteban Sanchis, catedrático de Ingeniería Electrónica y responsable del equipo UV en SUNRISE III. “La calidad proporcionada por estas herramientas puede ayudar no solo a establecer una relación entre los fenómenos solares y su impacto en la Tierra, sino también a perfeccionar modelos predictivos”, añadió Julián Blanco, investigador del Image Processing Laboratory (IPL), también parte del equipo multidisciplinario.
A lo largo de los próximos meses, el equipo científico se dedicará al análisis exhaustivo de la información recopilada durante el vuelo del globo estratosférico, que duró 6.5 días, con el objetivo de contribuir a resolver nuevos enigmas sobre el Sol.
Tecnología innovadora al servicio de la ciencia
La misión SUNRISE III ha contado con tres instrumentos clave: el magnetógrafo TuMag, diseñado para medir con alta precisión el campo magnético solar; y los espectropolarímetros SCIP y SUSI, orientados al estudio del infrarrojo y ultravioleta respectivamente. Estos instrumentos fueron desarrollados bajo la supervisión del Observatorio Nacional de Japón y el Max Planck Institute en Alemania.
La Universitat de València ha desempeñado un papel destacado en el desarrollo tanto del TuMag como del SCIP dentro del consorcio español coordinado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA). “Hemos asumido responsabilidades clave para el diseño mecánico y análisis estructural”, explicó Sanchis. Además, se han desarrollado circuitos electrónicos para ambos instrumentos y colaborado en actividades relacionadas con la compatibilidad electromagnética necesaria para garantizar su operatividad.
Papel fundamental en misiones anteriores
No es la primera vez que la Universitat participa activamente en misiones SUNRISE; ha estado involucrada desde SUNRISE I en 2009 y SUNRISE II en 2013. Actualmente, tras el vuelo exitoso de SUNRISE III, esta institución académica está trabajando en reducir y preparar las observaciones realizadas para facilitar un análisis más preciso sobre la estructura dinámica de las capas solares.
Desde su inicio, las misiones SUNRISE han generado avances significativos en física solar, acumulando más de 100 publicaciones científicas derivadas. Con SUNRISE III se espera continuar este legado ofreciendo una visión sin precedentes sobre la estratificación atmosférica solar desde las capas más profundas hasta la cromosfera.
Colaboración destacada entre profesionales y aficionados
Además del instrumental científico principal, SUNRISE III también transportó IRIS-2, una cámara desarrollada por un grupo español compuesto por astrónomos aficionados e ingenieros. Este dispositivo sigue los pasos del IRIS-1 utilizado durante SUNRISE II y tiene como objetivo proporcionar imágenes para comunicación científica y mejorar interfaces mecánicas durante toda la misión. El equipo logró captar detalles extraordinarios que evidencian cómo un grupo entusiasta puede contribuir significativamente a proyectos científicos avanzados.
Preguntas sobre la noticia
¿Qué es la misión SUNRISE III?
SUNRISE III es un observatorio solar dedicado a investigar los procesos clave que rigen la física del campo magnético y los flujos de plasma en la atmósfera solar inferior.
¿Cuál es el objetivo principal de la misión SUNRISE III?
El objetivo principal es captar datos del Sol en las bandas de luz ultravioleta, visible e infrarroja de forma simultánea para mejorar la comprensión de los fenómenos solares que afectan al medio ambiente de la Tierra.
¿Qué instrumentos se utilizaron en la misión SUNRISE III?
La misión utilizó tres instrumentos: el magnetógrafo TuMag, el espectropolarímetro SCIP y el espectropolarímetro SUSI, diseñados para estudiar diferentes capas de la atmósfera solar.
¿Cómo se llevó a cabo el vuelo de SUNRISE III?
El vuelo se realizó a bordo de un globo estratosférico lanzado desde Suecia a unos 37 km de altura durante 6,5 días.
¿Qué aportaciones ha tenido la Universitat de València en esta misión?
La Universitat de València ha jugado un papel fundamental en el diseño mecánico y análisis estructural de los instrumentos utilizados, además de colaborar en su desarrollo electrónico.
¿Cuáles son las expectativas tras el vuelo de SUNRISE III?
Se espera que los datos recopilados contribuyan a desentrañar nuevos misterios sobre el funcionamiento del Sol y mejoren los modelos de predicción relacionados con fenómenos solares.
¿Quiénes forman parte del consorcio español en esta misión?
Además de la Universitat de València, forman parte del consorcio el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
¿Qué papel tuvieron los astrónomos aficionados en esta misión?
Un equipo español formado por astrónomos aficionados desarrolló el instrumento IRIS-2, que proporciona imágenes para comunicación científica y monitoreo del observatorio durante toda la misión.