Como por desgracia le sucede a miles de españoles, todos tenemos amigos a cuyos hijos les ocurre algo muy similar a lo que padecen los nuestros, muchos de los cuales, con las carreras terminadas y habiendo superado la treintena, hasta ahora, no han sido capaces de encontrar un puesto de trabaja que les permita abandonar sus hogares, en la mayoría de los cosos por sentirse incapaces de afrontar el pago de un alquiler.