Por razones obvias me ha tocado ver, observar y opinar sobre la totalidad de los debates entre candidatos a la presidencia del Gobierno de España desde que se implantó como norma en la televisión.
El 28-M ha supuesto un punto de inflexión para todos. También para el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha anunciado por sorpresa este lunes que convoca elecciones generales para el próximo domingo 23 de julio a la vista de los resultados en las municipales y autonómicas, para que "los españoles tomen la palabra y se pronuncien sin demora para definir el rumbo político del país".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó este domingo a las comunidades y ciudades autónomas que el próximo 21 de junio, día en el que concluye el estado de alarma, se reabrirán las fronteras con aquellos países con los que haya reciprocidad, salvo con Portugal que se pospone hasta el 1 de julio como al resto de países fuera de Schengen.
El Gobierno recibió la autorización del Congreso para prorrogar el estado de alarma hasta el 25 de abril (inclusive) al recabar el apoyo de 270 votos favorables, frente a los 52 en contra (Vox y CUP) y 25 abstenciones.
Convertir a Indra en la más poderosa arma de futuro de este país es una tarea que exigiría un Gobierno muy fuerte, muy cohesionado y con diálogo y explicaciones sobre el objetivo a conquistar con la oposición. Pedro Sánchez quiere, pero cada paso que da es un paso hacia atrás.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido en rueda de prensa este martes para explicar el plan de desescalada propuesto por el Ejecutivo, que tendrá cuatro fases antes de llegar a una "nueva normalidad", comenzando por una "fase cero" o de preparación. La unidad de aplicación será la provincia o la isla, de manera que cada una de ellas "puede avanzar a distinto ritmo y pasar de una fase a otra en función de cómo se cumplan los marcadores que se establezcan".