El president ha realizado estas declaraciones durante el acto celebrado en el Centro de Tecnología de la Información y las Comunicaciones de Naciones Unidas (UNICTF-V) con motivo del décimo aniversario de la base de Quart de Poblet.
Al encuentro ha asistido el secretario general de la ONU, António Guterres; la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya; el embajador representante permanente ante la ONU, Agustín Santos, y el secretario general adjunto de Naciones Unidas de apoyo a las actividades sobre el terreno, Atul Khare, entre otras autoridades.
"Hace 10 años, la Comunitat Valenciana entró, con esta base, en el mapa mundial de los constructores de paz, porque estas antenas hacen algo más que conectar misiones de paz: son un símbolo para esta tierra tan comprometida con el entendimiento", ha rememorado el president en su intervención.
Ximo Puig ha señalado precisamente que la "gran lección" de 2020 está vinculada a esta tarea de construir la paz. "Nada hay más estéril que los muros y nada más edificante que los puentes" ha dicho el president, que ha agradecido a António Guterres la confianza depositada en la Comunitat Valenciana, y ha apelado a la "obligación" de tratar de hacer que "lo imposible" pueda "ser posible", siguiendo la meta que se marcó el secretario general de la ONU al ser reelegido para el cargo.
Como ha indicado el máximo responsable de la Generalitat, la base de la ONU en Quart de Poblet "nació para comunicar, pero hoy es algo más", dado que constituye "un hogar" para la organización internacional en el que ahora se integrará también Unicef, con 150 profesionales, y la Organización Mundial de Migraciones, con una plantilla de medio centenar de personas.
"Para nuestra tierra, abierta y hospitalaria, no hay mayor honor que trabajar con quienes luchan cada día por los derechos de la infancia y por las personas migrantes", ha dicho Puig, que ha insistido en que "este territorio lo tiene todo para convertirse en un 'hub' tecnológico al servicio de Naciones Unidas".
"Tiene la ubicación, tiene a los jóvenes altamente cualificados, y tiene el ecosistema universitario para desarrollar nuevas tecnologías", ha enfatizado el president.
Respuesta "justa y social"
El president ha destacado además la labor "fundamental" desarrollada en esta década por Naciones Unidas "para fijar en la conciencia colectiva el reto de la sostenibilidad". "No solo es el drama de la pandemia; hay muchos otros desafíos en el horizonte y necesitan una respuesta justa y social".
Y se ha referido en este punto a dos grandes retos de carácter global. "El primero afecta a los jóvenes", ya que "ese contingente de 1.800 millones de jóvenes que hay en el mundo -ha dicho- es un 'arma de construcción masiva', y sus sueños deben inspirarnos". "Ellos y ellas han liderado las últimas grandes revoluciones globales: el feminismo, el ecologismo y la lucha por la diversidad, y ahora necesitamos darles respuesta; necesitamos a los jóvenes en esta década decisiva", ha defendido.
Según ha añadido, "el segundo reto es la injusticia que sufren tantas mujeres". "Es inaceptable que 3.800 millones de personas sufran violencia o discriminación por el hecho de ser mujeres, y, para ello, en la Comunitat Valenciana tenemos una vacuna: más feminismo", ha señalado Puig, que ha agregado: "Esto es lo que necesita el mundo y lo que debe impregnar cada política", porque "la igualdad plena es la gran utopía real del siglo XXI".
Puig ha afirmado también que la base de Quart de Poblet "simboliza la alianza entre dos valores universales: por un lado, el progreso social que trae la tecnología y, por otro, la dignidad humana que solo permite la paz".
"Tener aquí un pedazo de Naciones Unidas es una inspiración y un recordatorio: cada día, con cada decisión, todos contribuimos a mejorar o deteriorar la convivencia. Cada uno, con nuestro humilde 'clavel', armamos la mejor de las revoluciones: la revolución de la paz. Transitemos ese camino muchos años más", ha manifestado.
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