València ha puesto en marcha 278 cámaras para identificar vehículos que ingresan a las zonas de bajas emisiones sin imponer multas. Este sistema, aprobado por la Junta de Gobierno Local, tiene como objetivo monitorizar el tráfico y recopilar datos sobre la tipología de vehículos y su procedencia. La iniciativa forma parte del Plan de Recuperación financiado por la Unión Europea y busca mejorar la movilidad sostenible en la ciudad, facilitando estudios estadísticos sobre patrones de movilidad y calidad del aire. Las cámaras también contribuirán al control de la contaminación atmosférica y al desarrollo de políticas que fomenten el uso del transporte público y alternativas sostenibles.
La ciudad de València ha dado un paso significativo en la gestión de su Zona de Bajas Emisiones (ZBE), al activar hoy un sistema compuesto por 278 cámaras que se encargarán de identificar los vehículos que ingresen a estas áreas, sin imponer multas. Esta decisión fue ratificada el pasado viernes por la Junta de Gobierno Local, marcando el inicio de una nueva etapa en la monitorización del tráfico urbano.
El propósito principal de este sistema es controlar los flujos vehiculares, así como identificar las etiquetas y tipologías de los vehículos, además de registrar su lugar de procedencia. La información recopilada permitirá llevar a cabo estudios estadísticos que ayudarán a entender mejor los patrones de movilidad y la evolución del parque automovilístico en la ciudad.
Esta iniciativa forma parte de la Estrategia del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiada por la Unión Europea a través del programa Next Generation EU. La puesta en marcha del sistema no solo implica un avance en términos tecnológicos, sino también un compromiso con la sostenibilidad y la mejora de la calidad del aire en València.
El servicio de Movilidad ha sido el encargado de coordinar el despliegue del sistema, que incluye equipos y aplicaciones informáticas diseñadas para facilitar esta gestión. Según lo estipulado en el acuerdo aprobado, la implementación no conllevará sanciones para los conductores durante esta fase inicial.
El sistema cuenta con varios componentes esenciales ya instalados. Entre ellos se encuentran puntos de control equipados con cámaras para lectura automática de matrículas, así como sensores para medir los niveles de contaminación atmosférica y gases de efecto invernadero (GEI). Además, se han instalado paneles informativos que contribuirán a mantener a los ciudadanos al tanto sobre las condiciones ambientales.
Asimismo, se ha desarrollado una infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones necesaria para alimentar estos dispositivos y conectarlos a la red municipal. El Ayuntamiento también ha invertido en hardware y software, necesarios para gestionar adecuadamente las aplicaciones que operarán el sistema desde el Centro de Gestión del Tráfico y otros puntos estratégicos.
Un aspecto destacado del nuevo sistema es su capacidad para monitorizar y controlar la calidad del aire asociada a la ZBE. Esto permitirá analizar cómo los patrones de movilidad influyen en las condiciones ambientales, facilitando así decisiones informadas sobre políticas públicas destinadas a fomentar una movilidad más sostenible.
A través de este esfuerzo, València busca no solo mejorar su infraestructura vial, sino también promover alternativas como el transporte público, nuevos carriles bici y accesibilidad peatonal. Con esta medida, se espera avanzar hacia un modelo urbano más respetuoso con el medio ambiente y adaptado a las necesidades actuales de sus habitantes.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 278 | Número de cámaras activadas |
| 1 diciembre 2025 | Fecha de inicio del sistema |
| Next Generation EU | Financiación del proyecto |
| N/A | Objetivo: Monitorizar pasos de vehículos y patrones de movilidad |
El sistema consiste en 278 cámaras que identificarán los vehículos que entren en las zonas de bajas emisiones (ZBE) de la ciudad, sin imponer multas. Su objetivo es monitorizar el tráfico y recopilar datos sobre la movilidad.
El objetivo principal es monitorizar los pasos de los vehículos, identificar sus etiquetas y tipología, así como su lugar de registro o procedencia. Esto permitirá elaborar estudios estadísticos para identificar patrones de movilidad y la evolución del parque móvil.
La iniciativa forma parte de la Estrategia del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiada por la Unión Europea a través del programa Next Generation EU.
El sistema incluye equipos para controlar el tráfico en las ZBE, sensores para medir la contaminación atmosférica y gases de efecto invernadero, así como paneles de información variable. También se desarrollará un sistema avanzado para monitorizar la calidad del aire y su relación con los patrones de movilidad.
No, según el acuerdo de la Junta de Gobierno Local, la puesta en marcha del sistema no implicará la imposición de multas en ningún caso.