Investigadores de la Universidad de Alicante (UA) y la Universidad de Granada (UGR) han descubierto un fragmento de una escultura romana en el yacimiento de Los Cucos. La pieza, reutilizada como bloque en un bancal de cultivo, es un ejemplar notable de las esculturas romanas 'togados' y se estima que data de la segunda mitad del siglo I a.C. o la primera mitad del siguiente. Jesús Moratalla, uno de los investigadores, sugiere que podría ser obra de un escultor local y destaca su posible función simbólica relacionada con la romanización y fuentes manantiales cercanas. Para más información, visita el enlace.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante (UA) y la Universidad de Granada (UGR) ha realizado un hallazgo significativo en el yacimiento de Los Cucos: un fragmento de una escultura romana que había sido reutilizado como un simple bloque en un bancal de cultivo. Este descubrimiento se clasifica como un notable ejemplar de las esculturas romanas conocidas como ‘togados’.
Jesús Moratalla, uno de los investigadores involucrados, sugiere que es probable que esta obra sea atribuible a un escultor local, datable entre la segunda mitad del siglo I a.C. y la primera mitad del siguiente. Además, el experto menciona que la pieza guarda similitudes con efigies bien conocidas en el Cerro de los Santos, lo que podría ofrecer pistas sobre su origen.
Respecto a la función original del fragmento, Moratalla indica que se ha descartado por ahora su uso en contextos urbanos o funerarios, comunes en otros hallazgos arqueológicos de la Hispania romana. En cambio, se considera que podría haber tenido un carácter sacro.
Las primeras investigaciones sugieren que este fragmento podría estar relacionado con un lugar cercano al hallazgo que poseía un valor simbólico durante la plena romanización. Esto podría estar vinculado a la presencia de fuentes manantiales abundantes en la zona, las cuales han sido utilizadas desde tiempos inmemoriales por un camino que atraviesa la cubeta de Haches.
Se ha hallado un fragmento de una escultura romana, específicamente un ejemplar de la serie de esculturas denominadas 'togados'.
La pieza fue reutilizada como un simple bloque en un bancal de cultivo.
Es probable que sea obra de un escultor local, datable hacia la segunda mitad del siglo I a.C. o primera mitad del siguiente siglo.
Se ha descartado que la pieza estuviera originalmente en un ámbito urbano o funerario; se sugiere que podría tener un carácter sacro.
Las investigaciones apuntan a que el lugar podría haber tenido un valor simbólico durante la romanización, posiblemente vinculado a una fuente manantial cercana.