La segunda gran reflexión que da pie a este epílogo es que hasta la actualidad, con visiones y sentimientos calificados con anterioridad como de infantiles y adolescentes, el ser humano, durante todo el pasado, y aun en la actualidad, salta, brinca, sube, baja y se para o corre, deja volar su imaginación, sueña, y trata de alcanzar sus sueños sobre la llamada “realidad”.