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José Tomás Cruz

04/10/2018@22:31:10
Mientras en las filas socialistas reconocen abiertamente estar viviendo momentos muy amargos, son los propios veteranos del partido los que vaticinan que “esto no puede aguantar más”. Cada día que pasa es peor que el anterior, discurriendo en un clima entre el asombro y la confusión.

A la vista de lo publicado recientemente en los medios, todo parece indicar que el número de políticos españoles con títulos universitarios, tesis doctorales, etc. obtenidos sospechosamente, ha adquirido la categoría de escándalo, destacando entre todos ellos el presunto plagio cometido por el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con su tesis doctoral.

Para el actual y contradictorio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con tal de continuar detentando el poder hará todo lo posible. De hecho ya ha comunicado que hasta el 2020 no serán convocadas elecciones generales…

Una vez más, los sesudos asesores de Pedro Sánchez han recurrido al manido recurso de exigir la exhumación del cadáver del dictador Francisco Franco y posterior traslado del Valle de los Caídos al lugar que decidan sus familiares.

Tras la arrolladora victoria obtenida por Pablo Casado con el respaldo del 57% de los compromisarios, frente a la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias del PP y una vez superado el festival de discursos, aplausos y abrazos, léase Congreso, los futuros dirigentes del partido ya están pensando en el reparto de carguitos y canonjías, salvando la distancia que les separa en función de la candidatura apoyada.

Tal como se están desarrollando los acontecimientos, entra dentro de lo posible que la familia Sánchez-Gómez, actuales inquilinos de La Moncloa, no disfruten mucho tiempo en dicho palacio con su servidumbre y comodidades incluidas.

El hartazgo de los lazos amarillos se ha convertido en algo insufrible. Lo que se inició como una insidiosa manifestación de solidaridad con los políticos presos y la pretensión de ser considerados como presos políticos, continuará dando la matraca…

Pretender vincular un homenaje a las víctimas del terrorismo con el aberrante empeño del independentismo catalán, supone, cuando menos, un mayúsculo despropósito.

Intentar gobernar con tantas deudas acumuladas a las restantes formaciones políticas y un fardo cargado de mentiras, improvisaciones y promesas incumplidas resulta utópico. A modo de ejemplo y en principio contemplaremos el problema suscitado a propósito del nombramiento irrealizado de un nuevo responsable de RTVE.