Un estudio del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva y del Departamento de Química Analítica de la Universitat de València revela que los humedales artificiales Tancat de la Pipa y Tancat de l’Illa en la Albufera de Valencia reducen significativamente la contaminación por plaguicidas y metales pesados. La investigación, realizada entre 2020 y 2025, muestra que estos humedales pueden disminuir las concentraciones en el agua de salida entre un 50% y un 100% para fungicidas, herbicidas e insecticidas. Además, se observó una reducción notable en los niveles de mercurio, aunque este superó los límites legales establecidos. Los resultados destacan la importancia de soluciones basadas en la naturaleza para mejorar la calidad del agua y proteger la biodiversidad en ecosistemas vulnerables.
Un reciente estudio llevado a cabo por el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, junto con el Departamento de Química Analítica de la Universitat de València, ha revelado que los humedales artificiales del Tancat de la Pipa y del Tancat de l’Illa están desempeñando un papel crucial en la reducción de contaminantes en la Albufera de Valencia. La investigación, que se desarrolló entre 2020 y 2025, concluye que estos ecosistemas han logrado disminuir la concentración de plaguicidas y metales pesados en el agua entre un 50% y un 100%, con reducciones significativas en las concentraciones que oscilan entre el 15% y el 50%.
El análisis incluyó muestras de aguas entrantes, internas y salientes, así como sedimentos, macrófitos y excrementos de aves herbívoras. Los resultados indican que los humedales artificiales lograron reducir hasta un 100% la concentración de fungicidas, entre un 67% y un 86% los herbicidas, y entre un 67% y un 100% los insecticidas. Las eficiencias totales de eliminación fueron del 15%, 25% y 50%, respectivamente. En cuanto a los metales pesados, se observó que el 50% de los elementos analizados presentaron menores concentraciones en las aguas que salían de estos humedales, aunque estas variaciones mostraron cambios estacionales.
El estudio también examinó el impacto de la DANA ocurrida en octubre de 2024, que provocó aumentos significativos en ciertos plaguicidas. Sin embargo, gracias a la acción purificadora de los humedales artificiales, estas concentraciones se vieron reducidas en las aguas salientes.
La investigación destaca cómo las características físicas y químicas específicas de los compuestos influyen en su retención dentro de los humedales. Los plaguicidas menos solubles tienden a depositarse en el sedimento, mientras que aquellos más móviles son absorbidos por la vegetación y posteriormente detectados en los excrementos aviares.
Los riesgos ambientales asociados a la presencia de plaguicidas han disminuido considerablemente gracias al funcionamiento eficiente de estos humedales artificiales. Este proceso ha evitado que aguas con niveles moderados o altos de contaminación lleguen a la Albufera. Aunque los niveles generales de metales pesados eran bajos, se registraron concentraciones preocupantes de mercurio que superaban los límites establecidos por la legislación europea; no obstante, su presencia también fue reducida en las aguas tratadas.
Nuria Carabal, miembro del equipo investigador, subraya: “Los resultados refuerzan el valor de las soluciones basadas en la naturaleza para mejorar la calidad del agua y proteger la biodiversidad”. Además, señala que la continua detección de contaminantes prohibidos resalta la presión persistente sobre este ecosistema vital y enfatiza la importancia del papel que juegan los humedales construidos en su conservación.
| Contaminante | Reducción en agua de salida (%) | Eficiencia de eliminación total (%) |
|---|---|---|
| Fungicidas | 57% - 100% | 15% |
| Herbicidas | 67% - 86% | 25% |
| Insecticidas | 67% - 100% | 50% |
| Metales (en general) | 50% menor en aguas de salida | No especificado |
Los humedales artificiales mitigan significativamente la presencia de contaminantes, principalmente agrícolas, así como urbanos e industriales, reduciendo la concentración de plaguicidas y metales pesados en el agua entre un 50% y un 100%.
Se analizaron fungicidas, herbicidas e insecticidas, así como metales pesados/metaloides. Los resultados mostraron reducciones significativas en las concentraciones de estos contaminantes en el agua de salida de los humedales.
El evento DANA provocó concentraciones más altas de ciertos plaguicidas, que fueron posteriormente reducidas en el agua de salida gracias a la acción de los humedales artificiales.
Las propiedades físicas y químicas afectan cómo se retienen los plaguicidas; aquellos menos solubles tienden a acumularse en sedimentos, mientras que los más móviles son incorporados por la vegetación y pueden ser detectados en excrementos de aves herbívoras.
Aunque los niveles generales de riesgo eran bajos, se detectó mercurio superando los límites establecidos por la legislación europea. Sin embargo, su concentración fue reducida en las aguas de salida de los humedales.
Los resultados refuerzan el valor de las soluciones basadas en la naturaleza para mejorar la calidad del agua y proteger la biodiversidad, aunque persiste una presión ambiental significativa sobre el parque natural.