El catedrático de la Universidad de Alicante, José Luis Sánchez Lizaso, ha destacado la necesidad de reconocer la singularidad del Mediterráneo en la política pesquera de la Unión Europea. En su crítica a la propuesta de la Comisión para 2025, advirtió que podría tener consecuencias drásticas para el sector pesquero mediterráneo, afectando no solo a las empresas, sino también al tejido social vinculado a esta actividad. Sánchez Lizaso subrayó que las políticas pesqueras europeas han sido aplicadas de manera inadecuada en esta región y abogó por una gestión más adaptada a sus características específicas. Además, hizo hincapié en los errores de políticas anteriores y la importancia de un enfoque que garantice la sostenibilidad económica, social y medioambiental del Mediterráneo.
El catedrático de la Universidad de Alicante, José Luis Sánchez Lizaso, ha hecho un llamado a reconocer la singularidad del Mediterráneo en el contexto de la política pesquera de la Unión Europea. En una reciente declaración, enfatizó que “la propuesta presentada para 2025 por la Comisión, una vez eliminado el límite del 40%, es drástica y no cumple con los objetivos de la política pesquera común”.
Sánchez Lizaso, quien preside el Foro Científico para la Pesca Española en el Mediterráneo y forma parte del Consejo Científico del Comité Español del Programa MaB, criticó la tardía y deficiente aplicación de las políticas pesqueras en esta región. Según él, la última reforma de la política pesquera común de 2013 tenía como meta asegurar la sostenibilidad desde perspectivas medioambientales, económicas y sociales, pero parece que estas consideraciones no se aplican al Mediterráneo.
El académico subrayó que “la propuesta para 2025 no integra adecuadamente los aspectos medioambientales, económicos y sociales”. Alertó sobre las posibles pérdidas significativas para las empresas pesqueras, que aunque podrían ser compensadas con ayudas, difícilmente beneficiarían a las tripulaciones ni al tejido social vinculado a las pesquerías mediterráneas.
Sánchez Lizaso destacó que “dos terceras partes de los ingresos de las cofradías provienen del arrastre” y advirtió que si esta modalidad deja de proporcionar pescado regularmente, muchas lonjas podrían cerrar, generando un efecto dominó en otras modalidades de pesca. Además, pronosticó que “cuando las poblaciones se recuperen y se alivien las restricciones, muchas empresas ya habrán cerrado y los derechos de pesca se concentrarán en unos pocos sobrevivientes”.
A pesar de su preocupación por el futuro inmediato del sector pesquero mediterráneo, Sánchez Lizaso sugirió que “es probable que esta propuesta inicial se modifique”, aunque también advirtió que establece un rumbo hacia cambios drásticos en poco tiempo. “El problema fundamental es que Europa no comprende el Mediterráneo ni sus particularidades”, afirmó.
El catedrático también apuntó a que “un futuro con menos barcos y puertos pesqueros no es lo deseado para el Mediterráneo”. En este sentido, recordó cómo algunos problemas actuales son consecuencia de políticas erróneas implementadas anteriormente.
En 2019 se aprobó un plan multianual para gestionar los recursos demersales del Mediterráneo Occidental (WMMAP), considerado como un primer intento serio para abordar esta problemática. Sin embargo, Sánchez Lizaso opinó que su implementación ha sido cuestionable: llegó tarde y presenta divisiones entre días de pesca costera y profunda que no reflejan la realidad del sector.
Añadió que este plan introduce una duplicidad innecesaria al combinar gestión por tiempo de pesca con cuotas específicas para ciertas especies. Esto podría llevar a una subexplotación de otros recursos debido a un enfoque excesivo en especies más sensibles.
A pesar de una notable reducción del esfuerzo pesquero, Sánchez Lizaso observó que apenas se perciben mejoras en la recuperación de las poblaciones. Esto podría deberse a que requieren más tiempo para recuperarse o a factores externos relacionados con la pesca.
Cifra | Descripción |
---|---|
40% | Límite que ya no existe según la propuesta presentada para 2025. |
66% | Proporción de ingresos de las cofradías que provienen del arrastre. |
40% | Reducción máxima establecida por el plan para los primeros cinco años. |
40% | Reducción real que ha estado cercana a la cifra máxima establecida. |
José Luis Sánchez Lizaso es catedrático de la Universidad de Alicante y presidente del Foro Científico para la Pesca Española en el Mediterráneo. También es miembro del Consejo Científico del Comité Español del Programa MaB.
Ha reivindicado la singularidad del Mediterráneo y ha afirmado que la propuesta presentada por la Comisión Europea para 2025 es drástica e incumple los objetivos de la política pesquera común, no combinando adecuadamente los aspectos medioambientales, económicos y sociales.
Sánchez Lizaso ha expresado que la propuesta podría causar pérdidas significativas en las empresas pesqueras y afectar negativamente a las tripulaciones y al tejido social relacionado con las pesquerías mediterráneas.
Podría llevar al cierre de muchas lonjas y afectar a otras modalidades de pesca, concentrando los derechos de pesca en un número reducido de empresas que sobrevivan a las restricciones.
Según Sánchez Lizaso, muchos problemas actuales derivan de políticas erróneas anteriores, como el plan multianual para gestión de recursos demersales del Mediterráneo Occidental (WMMAP), que llegó tarde y tiene aspectos discutibles en su implementación.
El WMMAP tenía como objetivo abordar la problemática de los recursos en el Mediterráneo mediante una gestión basada en el esfuerzo, buscando recuperar poblaciones sin continuar reduciendo la flota pesquera.
A pesar de importantes reducciones en el esfuerzo pesquero, no se ha observado una recuperación notable debido a que puede requerir más tiempo y otros factores externos podrían estar afectando también a las poblaciones.