Mientras los mercados funcionan dentro de ciertos parámetros conocidos todo está tranquilo, salvo algo excepcional los cambios humanos son normales y de rutina, de gran funcionario o ejecutivo en una compañía pasa a otra, mejoran salarios y condiciones, los enroques, como en el ajedrez, entre ellos son normales, nadie de ello se preocupa o asusta.