Un grupo de alumnas de la Universidad Católica de Valencia ha dado un paso significativo en el ámbito de la cooperación internacional al desarrollar un innovador proyecto en Buenos Aires, específicamente en el barrio de Villa Celina. Las estudiantes Ana Cabanes, Ángela Simó y Andrea Salgado, junto al profesor Marcelo Viera, han centrado sus esfuerzos en promover la reintegración familiar, educativa y laboral, así como en identificar carencias sanitarias y ofrecer apoyo psicológico y físico a la comunidad.
La iniciativa, impulsada por el Servicio de Cooperación Universitaria al Desarrollo del Vicerrectorado de Estudiantes y Vida Universitaria, se ha llevado a cabo en tres espacios clave: El Almendro, un centro que apoya a personas con adicciones; el Club Parroquial San José, donde niños y adolescentes participan en actividades extraescolares; y el comedor social Santa María Madre. En estos lugares, los cooperantes no solo han colaborado en la preparación de alimentos, sino también en la organización de talleres y dinámicas recreativas. Además, han trabajado con otros centros como Puerta Abierta, que acompaña a víctimas de trata y prostitución, y el Hogar de Cristo, que ofrece contención a jóvenes que desean dejar las drogas.
Diagnóstico Integral para una Acción Efectiva
Durante los primeros días del programa, el equipo realizó un diagnóstico integral para entender mejor la realidad social del entorno. Según relatan las estudiantes, su primera semana estuvo dedicada a explorar la vida local a través de las parroquias del barrio de Flores y diversas asociaciones activas en la zona. Esta fase inicial les permitió identificar necesidades específicas y establecer contactos valiosos para diseñar actividades que contribuyan al bienestar comunitario.
A medida que avanzaba el proyecto, se implementaron diversas actividades formativas adaptadas a cada espacio. En El Almendro se llevaron a cabo talleres dirigidos a adultos sobre los riesgos asociados al consumo de sustancias. En el Club Parroquial San José se realizaron dinámicas enfocadas en el desarrollo físico y emocional de niñas y adolescentes. Mientras tanto, en el comedor social Santa María Madre se colaboró tanto en la preparación de alimentos como en la organización de talleres recreativos.
Reflexiones sobre una Experiencia Transformadora
Para Ana Cabanes, esta experiencia ha sido reveladora: “Descubrimos una realidad muy diferente a lo que conocíamos en España”. La joven enfatiza la fuerza, lucha y resiliencia de las personas que conocieron: “Aprendimos que transformar el mundo es posible desde pequeños gestos cotidianos”. También destaca su admiración por quienes trabajan incansablemente por mejorar su entorno: “Son verdaderos modelos para esos chicos que continuarán sembrando esperanza”. A pesar de las advertencias sobre los peligros del barrio, Cabanes asegura haber encontrado allí un ambiente acogedor: “Volvimos sabiendo que recibimos mucho más de lo que pudimos ofrecer”.
Ángela Simó resalta cómo este proyecto ha enriquecido su formación académica: “La psicología va más allá de escuchar problemas; implica comprender sin juzgar y ofrecer un espacio seguro”. Para ella, esta vivencia le permitió aplicar sus conocimientos teóricos adquiridos durante tres años. Considera que ha sido una oportunidad para crecer personal y profesionalmente.
Andrea Salgado llegó a Argentina con expectativas modestas pero pronto descubrió una calidez inesperada: “Lo recibido fue mucho mayor que lo traído”. Destaca cómo la comunidad local les brindó cercanía desde el primer día: “No solo apoyan a los chicos; escuchan y abrazan con autenticidad”. En medio de un contexto difícil, subraya cómo estas personas optan por levantar cuando otros caen. Salgado regresa con una fe renovada tras vivir experiencias significativas: “Me llevo historias y momentos imborrables”, concluye.
Preguntas sobre la noticia
¿Qué tipo de proyecto impulsaron las alumnas en Buenos Aires?
Las alumnas impulsaron un proyecto pionero de educación, salud y bienestar comunitario en barrios conflictivos de Buenos Aires, centrado en la reintegración familiar, educativa y laboral, así como en la detección de carencias sanitarias y el acompañamiento psicológico.
¿Quiénes son las alumnas involucradas en el proyecto?
Las alumnas involucradas son Ana Cabanes (Educación Social y Magisterio de Primaria), Ángela Simó (Psicología) y Andrea Salgado (Ciencias de la Actividad Física y el Deporte).
¿En qué barrios se desarrolló el proyecto?
El proyecto se desarrolló principalmente en el barrio de Villa Celina, Buenos Aires.
¿Cuáles fueron los espacios donde se llevó a cabo la intervención?
La intervención se realizó en tres espacios: El Almendro (centro de apoyo a personas con adicciones), Club Parroquial San José (actividades extraescolares para niños y adolescentes) y comedor social Santa María Madre.
Qué actividades realizaron las alumnas durante su intervención?
Las alumnas llevaron a cabo talleres sobre riesgos de salud asociados al consumo de sustancias, dinámicas con niñas y adolescentes para su desarrollo físico y emocional, así como actividades recreativas y colaboración en la preparación de alimentos en el comedor social.
¿Cuál fue el impacto personal que tuvo esta experiencia en las alumnas?
Las alumnas expresaron que la experiencia les permitió descubrir una realidad diferente, desarrollar empatía, crecer personal y profesionalmente, y aprender sobre la resiliencia y fortaleza de la comunidad local.