El Pleno del Ayuntamiento de València ha guardado un minuto de silencio en memoria de las víctimas de conflictos internacionales antes de comenzar la sesión. Durante el encuentro, se rechazaron varias mociones relacionadas con Gaza y se abordaron temas como la explotación sexual y la trata de mujeres, niños y niñas. La corporación municipal aprobó una moción alternativa que se adhiere a la declaración de la FEMP contra estas violaciones. Además, se discutieron propuestas sobre movilidad y calidad ambiental, donde se criticó el aumento del tráfico y la saturación del transporte público. Las iniciativas reflejan el compromiso del Ayuntamiento con causas sociales y ambientales, aunque generaron divisiones entre los grupos políticos presentes.
El Pleno del Ayuntamiento de València ha comenzado su sesión con un emotivo minuto de silencio en homenaje a las víctimas de conflictos internacionales, tal como anunció la alcaldesa. Esta acción se produce en medio de un clima tenso por las recientes mociones presentadas, especialmente en relación con la situación en Gaza.
En el transcurso de la reunión, la corporación municipal rechazó varias mociones que abordaban la crisis en Gaza. La concejala Papi Robles, del Grupo Compromís, defendió una propuesta que condenaba el “genocidio” perpetrado por Israel y exigía un alto al fuego inmediato, así como el acceso sin restricciones a ayuda humanitaria para los afectados.
En otro punto destacado del orden del día, Nuria Llopis, representante del Grupo Socialista, presentó una moción relacionada con el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Mujeres, Niñas y Niños. En su intervención, subrayó que València no es ajena a esta problemática y abogó por reafirmar su compromiso como ciudad abolicionista de la prostitución.
La propuesta incluye la elaboración de una Ordenanza municipal que establezca sanciones para quienes fomenten estas prácticas. Además, se busca impulsar campañas de sensibilización y reforzar la coordinación entre instituciones para combatir la explotación sexual. Sin embargo, esta moción fue criticada por Mónica Gil del Grupo Vox, quien cuestionó la coherencia del Partido Socialista en este asunto.
El Grupo Compromís también hizo eco de esta problemática al añadir a la moción socialista un llamado a abolir las causas estructurales que llevan a muchas personas a optar por la prostitución. Lucía Beamud instó al pleno a modificar leyes que afectan negativamente a quienes están involucrados en esta situación.
A pesar de las críticas y debates acalorados, el Pleno finalmente aprobó una moción alternativa presentada por el Grupo Popular. Esta declaración institucional reafirma el rechazo a la explotación sexual y reitera el compromiso con municipios seguros e inclusivos.