La Concejalía de Cultura de Alicante ha recuperado el aspecto original de cinco importantes esculturas y espacios públicos que habían sido vandalizados con graffitis. Entre ellos se encuentran "La Paloma" de Eduardo Lastres, el homenaje a Sempere de Arcadi Blasco, el monumento a la Natividad, la puerta del Museo de Belenes y la fuente de Santísima Faz. La limpieza fue realizada por una empresa especializada de Barcelona, y la concejala Nayma Beldjilali hizo un llamado al civismo para cuidar el patrimonio cultural de la ciudad.
La Concejalía de Cultura de Alicante ha tomado medidas para restaurar el esplendor de cinco esculturas y espacios públicos que habían sido objeto de vandalismo en forma de pintadas. Para llevar a cabo esta tarea, se ha contratado a una empresa especializada de Barcelona, con el objetivo de devolverles su aspecto original sin comprometer los materiales utilizados en su elaboración.
Entre las obras que recibirán atención se encuentran “La Paloma” de Eduardo Lastres, ubicada en la plaza Pío XII; el homenaje a Sempere, realizado por Arcadi Blasco en la plaza de La Viña; el monumento a La Natividad, instalado por la Asociación de Belenistas en la avenida de Óscar Esplá; así como la fuente situada en la plaza de la Santísima Faz y la puerta del Museo de Belenes, este último en el casco antiguo.
Nayma Beldjilali, concejala de Cultura, ha hecho un ferviente llamado “al civismo”, subrayando que “el patrimonio que se exhibe en nuestras calles es de todos los alicantinos y debemos cuidarlo”. Este mensaje resuena especialmente ante los recientes actos vandálicos que han afectado a estas emblemáticas obras.
Las intervenciones son necesarias debido a que las cinco piezas mencionadas fueron dañadas con graffitis, donde predominan firmas y nombres. Este tipo de vandalismo no solo afecta estéticamente, sino que también requiere un tratamiento especial para restaurar adecuadamente las superficies sin causar más daño.
Las acciones emprendidas por la Concejalía buscan no solo recuperar el valor artístico y cultural de estos espacios, sino también fomentar una mayor conciencia sobre la importancia del respeto hacia el patrimonio público. Con esta iniciativa, se espera que los ciudadanos tomen mayor conciencia sobre la necesidad de cuidar y preservar lo que pertenece a todos.
El proceso de limpieza y restauración ya está en marcha, lo cual promete revitalizar estos puntos clave del paisaje urbano alicantino y devolverles su dignidad original.
Se han limpiado cinco esculturas y espacios públicos que habían sufrido pintadas: “La Paloma” de Eduardo Lastres, el homenaje a Sempere de Arcadi Blasco, el monumento a La Natividad, la fuente de la plaza de la Santísima Faz y la puerta del Museo de Belenes.
El llamamiento al civismo fue realizado por la concejala de Cultura, Nayma Beldjilali.
Beldjilali enfatizó que “el patrimonio que se exhibe en nuestras calles es de todos los alicantinos y debemos cuidarlo”.
Los espacios citados habían sido dañados con graffitis, principalmente firmas y nombres, lo que requiere un tratamiento especial para restaurar su aspecto original sin dañar los materiales.