Ellas lo Bordan es un taller de confección social que empodera a mujeres en situación de vulnerabilidad, brindándoles habilidades técnicas y oportunidades laborales. Este proyecto, respaldado por la Fundación Manresa, busca generar un triple impacto: económico, social y medioambiental. Las participantes no solo aprenden diseño y confección, sino que también desarrollan competencias esenciales para su inclusión en el mercado laboral. A través de la creación de productos textiles sostenibles, Ellas lo Bordan promueve la economía circular y mejora la calidad de vida de estas mujeres, ayudándolas a alcanzar la independencia económica.
En un contexto marcado por desigualdades sociales que afectan de manera particular a las mujeres en situación de vulnerabilidad, surge la iniciativa Ellas lo Bordan, un taller de confección social que se erige como un faro de esperanza. Este proyecto no solo se dedica al diseño y creación de productos textiles, sino que también promueve un enfoque basado en el triple impacto, demostrando cómo las empresas pueden actuar como agentes de cambio, generando beneficios económicos mientras contribuyen al desarrollo humano y al cuidado del medio ambiente.
Un modelo que transforma vidas
En el taller textil de Ellas lo Bordan, las participantes adquieren habilidades técnicas esenciales relacionadas con el diseño, patronaje y confección. Más allá de la capacitación técnica, este programa representa para el 80% de las mujeres su primer contacto con el mundo laboral, marcando un paso crucial hacia la independencia económica. Además, se fomenta el desarrollo de competencias transversales como el trabajo en equipo, la comunicación y la gestión del tiempo, fundamentales para su éxito profesional.
La organización opera como una empresa de inserción que combina actividad económica y social para generar un impacto real en tres dimensiones:
El taller de costura: un espacio de creación y sostenibilidad
Las actividades realizadas en Ellas lo Bordan abarcan todo el ciclo vital de los productos textiles:
A través del aprendizaje de estas habilidades técnicas, las mujeres no solo adquieren conocimientos prácticos; también recuperan su autoestima y confianza necesarias para enfrentar los desafíos del mercado laboral.
Dicha labor es posible gracias al respaldo incondicional de la Fundación Manresa, una entidad promovida por el Sector Social de la Compañía de Jesús. Su misión se centra en transformar estructuras económicas desde los principios de la Economía Social, fomentando tanto la inclusión como el desarrollo sostenible. Según sus representantes, «Creemos en el poder de las personas y nos enorgullece brindar oportunidades de crecimiento personal y profesional a mujeres valientes en situaciones de vulnerabilidad.»
Aquí trabajan mujeres con responsabilidades familiares que enfrentan exclusión social. Gracias a esta iniciativa, están aprendiendo a ser independientes a través del arte de la costura, tejiendo así un futuro más prometedor para ellas y sus familias. Para estas mujeres, cada pieza va más allá del aspecto material; representa una oportunidad para alcanzar una vida mejor. Sin duda alguna, este modelo es una prueba tangible de que es posible hacer empresa poniendo a las personas y al planeta en el centro del propósito empresarial.
Ellas lo Bordan es un taller de confección social que se enfoca en diseñar y crear productos textiles, brindando oportunidades a mujeres en situación de vulnerabilidad para mejorar su calidad de vida.
El taller no solo enseña habilidades técnicas relacionadas con el diseño y la confección, sino que también fortalece competencias esenciales para la inclusión laboral, siendo este programa el primer contacto laboral para el 80% de las participantes.
Ellas lo Bordan genera un triple impacto: económico (proporcionando empleo y fomentando la economía circular), social (promoviendo la inclusión de mujeres vulnerables) y medioambiental (creando productos textiles sostenibles).
El proyecto cuenta con el respaldo de la Fundación Manresa, que promueve la inclusión y el desarrollo sostenible a través de principios de Economía Social.
Las participantes aprenden diseño, patronaje, confección y manipulación de prendas, así como habilidades transversales como trabajo en equipo, comunicación y gestión del tiempo.