La inteligencia artificial (IA) está transformando la bioinformática y revolucionando la investigación contra el cáncer, según los expertos en el sexto Congreso Nacional de Jóvenes Investigadores en Biomedicina celebrado en la Universidad Católica de Valencia. La investigadora Rosa Farrás destacó que la IA permite un avance significativo en el estudio de proteínas, lo que puede conducir al desarrollo de nuevos fármacos para tratar tanto el cáncer como enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Otros científicos, como José Antonio López Guerrero, enfatizaron la necesidad de una investigación traslacional que conecte los descubrimientos básicos con aplicaciones clínicas. Este congreso se presenta como una plataforma vital para que investigadores jóvenes compartan sus hallazgos en diversas áreas biomédicas.
La Universidad Católica de Valencia (UCV) ha sido el escenario del sexto Congreso Nacional de Jóvenes Investigadores en Biomedicina, donde se han reunido científicos emergentes de toda España para presentar sus investigaciones en laboratorio. Entre los destacados ponentes se encontraba Rosa Farrás, líder del grupo de señalización oncogénica del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia, quien subrayó la importancia de la inteligencia artificial (IA) en el avance de la bioinformática y su impacto en la lucha contra el cáncer y enfermedades neurodegenerativas.
Farrás destacó que “la nueva inteligencia artificial es una revolución para la bioinformática”, enfatizando que esta tecnología está impulsando significativamente la investigación en estas áreas. “El potencial de los estudios sobre proteínas celulares ha crecido enormemente. Gracias a los diseños bioinformáticos con IA, podemos visualizar la estructura de las proteínas y crear moléculas que puedan activar su degradación o inhibirla”, explicó.
La investigadora también mencionó que los futuros fármacos derivados de estos avances biomédicos podrían tener aplicaciones en patologías como el alzhéimer, donde es crucial eliminar proteínas mal plegadas acumuladas en el sistema nervioso central. Sin embargo, reconoció que “la eficacia de estos fármacos será probablemente más complicada en enfermedades neurodegenerativas debido a la complejidad de estas patologías”.
Farrás reveló que varias empresas están interesadas en estos desarrollos, ya que se han identificado moléculas capaces de degradar proteínas específicas. Actualmente, hay ensayos clínicos en curso y se espera que, dentro de diez años, se puedan contar con nuevas moléculas para tratamientos efectivos. No obstante, advirtió que será necesario combinarlas con otros medicamentos para abordar completamente las enfermedades.
Otro ponente destacado fue José Antonio López Guerrero, jefe del laboratorio de Biología Molecular del Instituto Valenciano de Oncología (IVO). En su intervención, enfatizó la necesidad actual de una investigación traslacional que conecte el conocimiento científico básico con aplicaciones clínicas. “Nuestro equipo trabaja para desarrollar soluciones que mejoren los diagnósticos oncológicos y caractericen mejor los tumores”, afirmó.
López Guerrero también abordó el futuro del tratamiento del cáncer, sugiriendo que este debe basarse en un análisis integral o multimodal. “No solo debemos enfocarnos en la genética; debemos considerar información adicional como imágenes radiológicas y datos sobre microbiota y estilo de vida”, añadió. Resaltó además el papel crucial que jugará la inteligencia artificial en este proceso.
A pesar del potencial existente, López Guerrero lamentó el estado actual de la investigación en España, señalando que “los investigadores españoles son muy eficientes dados los recursos limitados”. Comparó la inversión nacional con otras naciones: “Estados Unidos destina cerca del 3,5 % del PIB a investigación; aquí apenas alcanzamos el 1,6 %”.
Por su parte, Rosa Porcel, subdirectora del Instituto Universitario Mixto de Biología Molecular y Celular de Plantas de la UPV, destacó la necesidad de acercar la ciencia a la ciudadanía. “Vivimos de proyectos financiados por impuestos públicos; es fundamental que los ciudadanos conozcan lo que hacemos”, afirmó.
El evento también contó con la participación de Pilar Domingo, investigadora ‘Ramón y Cajal’ del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (Universidad de Valencia-CSIC), así como José Gallego, profesor centrado en estructuras nucleicas y descubrimiento farmacológico. Domingo resaltó cómo este congreso ofrece una plataforma excepcional para jóvenes investigadores.
Desde la organización señalaron que el Congreso Nacional es un espacio clave donde se abordan diversas áreas biomédicas como farmacología, ciencias ómicas y microbiología. Este encuentro no solo fomenta el intercambio académico sino también impulsa futuras colaboraciones entre jóvenes científicos y expertos consolidados.
Es un evento celebrado por la Universidad Católica de Valencia (UCV) donde jóvenes científicos presentan sus trabajos y estudios en diversas áreas biomédicas.
La investigación se centra en el uso de la inteligencia artificial para revolucionar la bioinformática y mejorar la investigación contra el cáncer y enfermedades neurodegenerativas.
Se destaca que la inteligencia artificial permite analizar la estructura de las proteínas y diseñar moléculas que pueden inhibir o activar su degradación, lo que podría ayudar a tratar tumores.
Entre los expertos se encontraba Rosa Farrás, responsable del grupo de señalización oncogénica, y José Antonio López Guerrero, jefe del laboratorio de Biología Molecular del Instituto Valenciano de Oncología.
López Guerrero enfatiza que es crucial trasladar el conocimiento científico básico a aplicaciones clínicas para mejorar diagnósticos y tratamientos en oncología.
Se menciona que el futuro implicará un análisis integral o multimodal, combinando genética con otros datos relevantes como imagenología y estilo de vida, donde la inteligencia artificial jugará un papel importante.
Los expertos lamentan el bajo nivel de inversión en investigación en comparación con otros países, lo que limita aún más las posibilidades de avanzar en este campo.
Porcel subraya la necesidad de comunicar mejor los avances científicos al público para valorar adecuadamente el trabajo realizado con fondos públicos.