La Policía Nacional detiene a un fugitivo reclamado por agredir sexualmente a sus propias hijas, buscado por las autoridades de Nueva Zelanda por unos hechos ocurridos entre 1997 y 2007 y por los que se enfrenta a una pena de 20 años. En otra operación distinta ha sido detenido un prófugo de Estados Unidos reclamado por distribuir pornografía infantil a través de un chat.