Marcelino, cambio de modelo en Valencia

Todos los aficionados recordaban aquella época dorada del equipo donde se codeaba de tú a tú con los grandes equipos de Europa por los títulos. Liga, finales de Champions, Copa del Rey…, todo esto parecía una quimera o un sueño en la época actual del Valencia. Pero esta temporada todo ha cambiado. La llegada de Marcelino como comandante de la nave ha permitido al equipo volver a ocupar el lugar que le corresponde por historia y por jugadores en la competición doméstica.

Jugadores que la temporada pasada parecía que habían perdido sus cualidades futbolísticas han vuelto a alcanzar su nivel óptimo. Unido a esto, un sistema muy definido y la comunión entre afición y club, hacen que se vuelva a considerar al Valencia como aspirante a clasificarse para Champions e intentar pelear con los tres grandes por el título de Liga.

Toda la culpa de ello, la tiene un entrenador que sabe a lo que juega y que ha llegado a la capital del Turia con sabia nueva y con las ideas muy claras. Dicho modelo ha sido trasladado a la perfección a sus pupilos, quienes han dado un paso adelante y demuestran un compromiso con el club fuera de toda duda.

Jugadores como Parejo ha vuelto al nivel que se le presuponía. Un líder fuera y dentro del campo. El natural de Coslada es la extensión de Marcelino dentro del campo, y hace que sus compañeros estén enchufados y saber a lo que juegan en cada momento del encuentro. Al mediocentro, se le unen nombres como Zaza, Guedes, Kondogbia…, han dado al equipo un salto de calidad enorme lo que les permite estar pugnando por los puestos Champions en la Liga.

El modelo implantado por Marcelino está muy definido. Fortaleza defensiva y una velocidad vertiginosa tras la pérdida del rival son las señas de identidad de la escuadra “ché”. Sin olvidar la fortaleza defensiva y el buen trato de balón, lo que permite al valencianismo soñar con volver al lugar que no debía haber abandonado nunca el equipo.

Muchos equipos en Europa priman la posesión en su juego. Claros ejemplos de ello lo encontramos con el Manchester City, Bayer Múnich, FC Barcelona…, donde el trato del balón prima sobre la verticalidad del equipo. Lo cierto es que la posesión no garantiza las victorias, sí que permite al equipo que lleva a cabo este modelo realizar un menor despliegue físico. Este no es el caso del Valencia. Los chicos de Marcelino muestran partido tras partido el gran trabajo que realizar durante la semana, lo que les permite por ahora, ilusionar de nuevo a su afición y que todos los aficionados al balompié lo pongan en sus quinielas de cara a la disputa final por el campeonato liguero.